Cómo conseguir hipoteca sin ahorros: opciones y requisitos reales

Conseguir una hipoteca sin ahorros es el gran reto de muchas personas que quieren comprar su primera vivienda. En un contexto de precios elevados y salarios ajustados, reunir el dinero necesario para la entrada y los gastos asociados se ha convertido en un obstáculo importante. Sin embargo, aunque no es sencillo, existen alternativas que permiten financiar la compra sin contar con un gran colchón previo.

Los bancos suelen conceder hipotecas que cubren hasta el 80 % del valor de tasación o del precio de compra (el menor de los dos). El 20 % restante y los gastos de compraventa (entre un 10 % y un 12 %) corren a cargo del comprador. Eso significa que, para una vivienda de 200.000 euros, harían falta entre 60.000 y 65.000 euros de ahorros para completar la operación. Pero, ¿qué pasa si no los tienes?

Qué significa realmente “hipoteca sin ahorros”

Cuando se habla de hipoteca sin ahorros, no siempre se trata de un préstamo que cubra el 100 % de la compra, sino de fórmulas que ayudan a reducir o eliminar la necesidad de aportar capital propio. Puede implicar un aval, una garantía adicional o una combinación de productos financieros.

Lo importante es entender que el banco busca minimizar su riesgo. Por eso, solo concederá financiación total si percibe un perfil solvente y estable. También es posible que exija condiciones extra, como domiciliar ingresos, contratar seguros o aportar un avalista con patrimonio suficiente.

Qué gastos no cubre la hipoteca

Incluso si el banco financia el 100 % del precio de la vivienda, hay ciertos costes iniciales que normalmente corren a cargo del comprador:

En total, estos costes suelen representar entre el 10 % y el 12 % del precio de compra. Si no se dispone de ese dinero, será necesario cubrirlo mediante ahorros o alternativas de financiación complementaria.

Factores que influyen en la concesión

Para valorar la posibilidad de aprobar una hipoteca sin ahorros, el banco estudia varios aspectos clave:

  • Estabilidad laboral: contratos indefinidos o con antigüedad aportan seguridad.
  • Nivel de ingresos: la cuota mensual no debe superar el 30–35 % de los ingresos netos familiares.
  • Historial crediticio: no tener deudas ni impagos previos es fundamental.
  • Valor del inmueble: si la tasación es superior al precio de compra, aumenta la posibilidad de obtener mayor financiación.
  • Perfil de riesgo global: edad, cargas familiares, sector profesional y ahorro previo influyen en la decisión final.

Si el perfil es sólido y la vivienda se considera una buena garantía, la entidad puede flexibilizar las condiciones e incluso ofrecer fórmulas de financiación del 90 % o más.

Hipoteca con aval o garantía adicional

Una de las fórmulas más habituales para lograr una hipoteca sin ahorros es contar con un aval familiar. Los padres u otros familiares ofrecen un inmueble propio como garantía adicional, lo que reduce el riesgo para el banco. Esta figura se conoce como hipoteca con doble garantía, y puede permitir financiar hasta el 100 % del valor del nuevo inmueble.

Otra opción es recurrir a los avales públicos, como los programas impulsados por el Estado o por comunidades autónomas para jóvenes y familias. En este caso, la administración actúa como garante parcial de la operación, aunque suelen aplicarse límites de edad, ingresos y precio del inmueble.

Si estás buscando financiación sin ahorros, analiza tu perfil con un experto hipotecario: un buen asesor puede ayudarte a identificar las entidades que ofrecen condiciones más flexibles y anticipar qué tipo de aval te conviene.

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Opciones para conseguir una hipoteca sin ahorros

Aunque no todos los bancos las ofrecen, existen varias vías para conseguir una hipoteca sin ahorros o, al menos, reducir al mínimo la aportación inicial. Las condiciones dependen del perfil del cliente, del valor de la vivienda y del tipo de garantía que se aporte. A continuación te explicamos las más habituales.

1. Hipotecas 100 % de financiación

Son hipotecas que cubren la totalidad del precio del inmueble. En la práctica, solo se conceden a perfiles con alta solvencia o cuando la vivienda pertenece al propio banco. También pueden ofrecerse a empleados de la entidad o en operaciones de especial interés para el banco, como promociones internas.

En estos casos, el tipo de interés suele ser más alto o se exige una mayor vinculación (nómina, seguros, planes de pensiones). Aun así, puede ser una buena opción para quienes tienen estabilidad laboral y un nivel de ingresos sólido.

2. Aval familiar o doble garantía hipotecaria

El aval familiar sigue siendo una de las fórmulas más comunes para conseguir una hipoteca sin ahorros. Consiste en que un familiar, normalmente los padres, ofrece su vivienda como garantía parcial o total de la deuda. El aval puede limitarse a un porcentaje concreto del préstamo o a los primeros años de amortización.

Esta modalidad requiere un estudio cuidadoso, ya que el avalista responde con su propio patrimonio si se produce impago. Por eso, es recomendable pactar con el banco que el aval tenga una duración limitada o que se extinga al amortizar parte del préstamo.

3. Programas de aval público para jóvenes

Algunas administraciones, como el Estado o ciertas comunidades autónomas, han lanzado programas de avales públicos para jóvenes que permiten cubrir hasta el 20 % del precio de la vivienda. De este modo, el comprador solo necesita asumir los gastos asociados a la compra. Estos programas tienen requisitos de edad, ingresos y localización del inmueble, por lo que conviene informarse bien antes de solicitar la hipoteca.

Si tienes menos de 35 años o eres familia con menores, revisa las ayudas y programas de aval disponibles en tu comunidad autónoma; podrían marcar la diferencia a la hora de conseguir tu hipoteca.

4. Viviendas de bancos o cooperativas

Otra alternativa es comprar una vivienda propiedad de un banco o una cooperativa. En el primer caso, las entidades suelen ofrecer mejores condiciones de financiación, incluso hasta el 100 % del precio, porque ya poseen el inmueble y desean venderlo rápidamente. En el segundo, al tratarse de proyectos cooperativos, el desembolso inicial se reparte durante la construcción y los precios suelen ser más competitivos.

5. Hipoteca más préstamo personal

Algunas personas optan por combinar la hipoteca con un préstamo personal para cubrir la entrada y los gastos iniciales. Esta fórmula puede funcionar si la capacidad de pago lo permite, pero hay que calcular bien el impacto en el presupuesto mensual, ya que se suman dos cuotas y dos tipos de interés distintos.

Riesgos y precauciones

Conseguir una hipoteca sin ahorros puede ser viable, pero implica asumir un mayor nivel de endeudamiento. Si los precios bajan o surgen imprevistos económicos, el margen de maniobra es menor. Por eso, es fundamental revisar las condiciones con detalle y prever un colchón para gastos imprevistos.

También conviene evitar endeudarse por encima del 35 % de los ingresos netos. Un buen control financiero y un presupuesto realista son las mejores garantías de que el préstamo sea sostenible a largo plazo.

Si estás considerando una hipoteca al 100 %, revisa con un asesor hipotecario todas las alternativas: no todas las ofertas son iguales y las diferencias en intereses o vinculaciones pueden ser muy significativas.

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Preguntas frecuentes sobre hipotecas sin ahorros

¿Es posible conseguir una hipoteca sin ahorros en 2026?

Sí, aunque no es lo habitual. Los bancos financian normalmente hasta el 80 %, pero existen hipotecas al 90 % o incluso al 100 % en casos concretos, sobre todo con aval o garantías adicionales.

¿Qué banco ofrece hipotecas al 100 %?

No hay una oferta generalizada. Algunas entidades pueden ofrecerlas a perfiles muy solventes o en la compra de viviendas de su propio stock. Lo habitual es contar con el apoyo de un bróker hipotecario para identificar las opciones disponibles en cada momento.

¿Puedo cubrir los gastos de compra con la hipoteca?

Por norma general, no. Los gastos de compraventa (impuestos, notaría, registro, tasación) no se incluyen en la financiación. En algunos casos excepcionales, el banco puede aceptarlo si la tasación supera el precio de compra.

¿Qué pasa si el avalista deja de tener solvencia?

El avalista mantiene su responsabilidad mientras el aval esté vigente. Si deja de tener solvencia, no afecta directamente a la hipoteca, pero el riesgo para él aumenta en caso de impago del titular.

¿Cuánto tiempo debe mantenerse un aval familiar?

Depende del acuerdo con el banco. Algunos avales se limitan a los primeros años del préstamo o hasta amortizar un porcentaje determinado del capital, tras lo cual el aval se libera.

Conclusión: planifica y busca asesoramiento

Conseguir una hipoteca sin ahorros es posible, pero requiere planificación, estabilidad y un enfoque realista. No basta con encontrar un banco que lo ofrezca: hay que entender las condiciones, prever los riesgos y valorar el impacto en el futuro financiero.

Si estás pensando en comprar tu vivienda sin ahorros, infórmate bien sobre las opciones disponibles y busca asesoramiento profesional antes de dar el paso.

Una buena estrategia hipotecaria hoy puede marcar la diferencia entre una compra viable y una carga difícil de sostener en el tiempo.

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