Préstamo con aval de casa: cómo funciona y cuándo puede ser una buena opción

Un préstamo con aval de casa es una forma de financiación en la que se utiliza una vivienda como garantía del préstamo. Esta fórmula permite acceder a importes más altos o a condiciones más favorables, ya que el banco cuenta con un respaldo real en caso de impago. Sin embargo, también implica un mayor compromiso: si no se cumple con las cuotas, el aval (la casa) puede verse afectado.

En los últimos años, los préstamos con aval de vivienda se han convertido en una alternativa común para quienes necesitan liquidez, pero no quieren recurrir a un préstamo personal tradicional o no cumplen con los requisitos de solvencia habituales. También son utilizados para agrupar deudas, financiar reformas o incluso comprar una segunda propiedad.

Qué es exactamente un préstamo con aval de vivienda

En un préstamo con aval, el cliente ofrece un bien inmueble —normalmente una vivienda— como garantía. En caso de impago, el banco puede reclamar esa garantía para recuperar el dinero prestado. Esta operación no siempre implica una nueva hipoteca, aunque jurídicamente funciona de manera similar, ya que el préstamo queda respaldado por un bien inmueble.

El aval puede ser de dos tipos:

  • Aval propio: el titular utiliza su propia vivienda como garantía para obtener financiación.
  • Aval de un tercero: otra persona (generalmente un familiar) pone su vivienda como respaldo del préstamo.

En ambos casos, la vivienda queda registrada como garantía, lo que proporciona seguridad al banco, pero también implica un riesgo importante para el propietario.

Cómo funciona un préstamo con aval de casa

El funcionamiento es sencillo: el banco analiza la situación financiera del solicitante (ingresos, deudas, historial crediticio) y el valor del inmueble ofrecido como aval. Si el resultado es favorable, concede el préstamo, cuyo importe suele situarse entre el 50 % y el 70 % del valor de tasación de la vivienda.

La vivienda no cambia de titular, pero queda “hipotecada” a favor del banco como garantía. Eso significa que no puede venderse ni utilizarse como aval en otra operación sin cancelar primero la carga. En caso de impago, la entidad puede ejecutar el aval y recuperar el importe pendiente mediante la venta del inmueble.

El préstamo puede tener un tipo de interés fijo o variable y plazos de amortización más amplios que los de un crédito personal, lo que lo convierte en una opción atractiva para operaciones de mayor importe o larga duración.

Ventajas del préstamo con aval de vivienda

Entre las principales ventajas de esta fórmula destacan:

  • Mayor importe de financiación: al existir una garantía real, el banco puede ofrecer sumas más elevadas.
  • Intereses más bajos: el riesgo para la entidad es menor, lo que se traduce en tipos más competitivos.
  • Plazos más largos: permite extender la devolución del préstamo, facilitando una cuota mensual más asequible.
  • Flexibilidad de uso: puede destinarse a diferentes fines: reformas, compra de otra vivienda o reunificación de deudas.

También hay entidades especializadas que ofrecen este tipo de financiación con procesos más ágiles, aunque es fundamental revisar bien las condiciones antes de firmar.

Diferencias entre préstamo con aval y hipoteca tradicional

Aunque pueden parecer similares, existen diferencias importantes entre un préstamo con aval de casa y una hipoteca convencional:

  • En la hipoteca, el dinero se destina exclusivamente a la compra de un inmueble; en el préstamo con aval, puede usarse para cualquier finalidad.
  • La hipoteca se formaliza sobre la vivienda adquirida, mientras que el aval puede ser una vivienda ya en propiedad.
  • El importe y las condiciones dependen del valor del aval, no necesariamente del proyecto o destino del dinero.

Por tanto, esta opción puede ser útil para quienes necesitan liquidez sin vender su vivienda, siempre que tengan capacidad de pago suficiente para asumir la nueva deuda.

Si estás valorando solicitar un préstamo con aval de vivienda, analiza bien tus necesidades y tu capacidad de pago antes de comprometer tu casa como garantía; una decisión informada puede evitarte muchos riesgos futuros.

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Riesgos y precauciones antes de pedir un préstamo con aval de vivienda

Usar una vivienda como garantía ofrece ventajas financieras, pero también implica riesgos importantes. El principal es que, si no se cumple con el pago del préstamo, el banco puede reclamar la vivienda avalada y llegar incluso a subastarla. Por eso, conviene analizar a fondo la operación y no comprometer más de lo que realmente se puede asumir.

Antes de firmar, revisa estos aspectos:

  • Capacidad de pago real: asegúrate de que la cuota mensual no supere el 35 % de tus ingresos netos.
  • Plazo y tipo de interés: un plazo largo reduce la cuota, pero aumenta los intereses totales. Calcula bien el coste final.
  • Comisiones y gastos: algunos préstamos con aval incluyen gastos de tasación, notaría o apertura. Comprueba si están justificados.
  • Destino del dinero: los bancos analizan mejor operaciones destinadas a inversión (reforma, negocio, segunda vivienda) que al consumo.

Si vas a usar tu vivienda o la de un familiar como aval, consulta siempre las consecuencias legales y económicas; el riesgo afecta directamente al propietario del inmueble.

Hipoteca con aval de otra vivienda

Una hipoteca con aval de otra vivienda consiste en utilizar un segundo inmueble —propio o de un familiar— como garantía adicional para conseguir financiación. Este modelo es habitual cuando se necesita financiar el 100 % del valor de compra o cuando el perfil del comprador no cumple todos los requisitos del banco.

Por ejemplo, unos padres pueden ofrecer su vivienda como aval para ayudar a sus hijos a comprar su primera casa. En este caso, el banco tendría dos garantías: la vivienda adquirida y la vivienda de los avalistas. Esta doble cobertura permite mejorar las condiciones del préstamo y aumentar la probabilidad de aprobación.

Sin embargo, es fundamental establecer límites claros. Lo ideal es que el aval se limite a un porcentaje concreto o a los primeros años del préstamo, de modo que se libere una vez amortizada parte de la deuda.

Si un familiar te avala con su vivienda, procura que el compromiso esté claramente definido en el contrato; así evitarás riesgos innecesarios en caso de impago.

Hipoteca de doble garantía o hipoteca cruzada

La llamada hipoteca doble garantía o “hipoteca cruzada” es una modalidad en la que el préstamo se garantiza con dos viviendas distintas, normalmente del mismo titular. Se utiliza, por ejemplo, cuando una persona tiene una vivienda ya pagada y quiere usarla como garantía adicional para comprar una nueva.

El principal beneficio es que se puede obtener un porcentaje de financiación más alto, incluso superior al 80 %, sin necesidad de un avalista. Pero también se incrementa el riesgo, porque ambas propiedades quedan afectadas por la deuda: si no se paga, el banco podría ejecutar las dos.

Este tipo de operaciones son más complejas y requieren un estudio detallado del perfil y del valor de las propiedades implicadas.

Alternativas al préstamo con aval de casa

Antes de optar por un préstamo con aval de vivienda, conviene explorar otras alternativas que pueden ofrecer financiación sin comprometer un bien inmueble:

  • Préstamos personales: adecuados para importes menores, con plazos más cortos y sin necesidad de aval.
  • Ampliar una hipoteca existente: si ya tienes una hipoteca, puedes solicitar una novación para aumentar el capital o cambiar las condiciones.
  • Hipoteca con aval parcial: en algunos casos, solo se avala una parte del préstamo, lo que reduce el riesgo.

Comparar distintas opciones te permitirá encontrar la fórmula más segura para tu situación financiera sin poner en riesgo tu vivienda.

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Preguntas frecuentes sobre préstamos con aval de vivienda

¿Qué es un préstamo con aval de casa?

Es un préstamo en el que una vivienda sirve como garantía para asegurar el pago. Si el cliente no cumple, el banco puede ejecutar el aval para recuperar el dinero prestado.

¿Puedo usar la casa de un familiar como aval?

Sí, siempre que el propietario lo autorice y acepte las condiciones. En ese caso, el familiar se convierte en avalista y asume el riesgo de perder su vivienda si se produce impago.

¿Qué porcentaje puedo obtener con un préstamo con aval?

Generalmente entre el 50 % y el 70 % del valor de tasación de la vivienda ofrecida como garantía, aunque depende del perfil del solicitante.

¿Cuál es la diferencia entre préstamo con aval e hipoteca con aval?

En el primero, el dinero puede destinarse a cualquier fin; en la hipoteca, suele aplicarse a la compra o mejora de un inmueble. Ambos usan una vivienda como garantía, pero la estructura legal difiere.

¿Qué riesgos tiene una hipoteca con doble garantía?

El riesgo es mayor, ya que si no se cumple con los pagos, el banco puede ejecutar cualquiera de las viviendas afectadas por la garantía.

Conclusión: una decisión que requiere prudencia

El préstamo con aval de casa puede ser una herramienta útil para acceder a financiación en mejores condiciones, pero implica un compromiso serio. Avalar con una vivienda, ya sea propia o ajena, significa asumir el riesgo de perderla si no se puede pagar.

Antes de firmar, revisa bien tu situación económica, compara ofertas y consulta con un profesional hipotecario; solo así podrás tomar una decisión segura y responsable.

Usar tu vivienda como garantía puede ayudarte a conseguir liquidez, pero también debe hacerse con conocimiento, previsión y asesoramiento adecuado.

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